Alimentos que aumentan o reducen el cáncer?
¿Existen los alimentos contra el cáncer? ¿Qué hay que comer y evitar en la dieta para disminuir el riesgo? ¿Qué hay de cierto en lo que creemos que sabemos?
1. No tomar o limitar la leche y lácteos en hombres reduce el riesgo de cáncer de próstata.
Diferentes estudios establecen que las dietas ricas en calcio son una causa probable de cáncer de próstata y sugieren, pese a una «evidencia todavía inconsistente», que la leche y sus derivados pueden aumentar los niveles de insulina o estimular el factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-I).
Seis alimentos que aumentan o reducen el riesgo de cáncer
Aunque Limitar o evitar la leche y los lácteos supone limitar la principal fuente de calcio de la dieta, también se puede obtener de otros alimentos: verduras de hoja verde, legumbres, alimentos fortificados y bebidas vegetales (soja, arroz, coco, arroz, avena…).
2. No beber alcohol o hacerlo en contadas ocasiones limita el riesgo de cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, colon, recto y mama.
Una bebida alcohólica a la semana, independientemente de su graduación, incrementa el riesgo de cáncer de boca, laringe y faringe en un 24% y cada 10 gramos de alcohol se aumenta el riesgo de carcinoma escamoso celular y cáncer del tracto aéreo-digestivo superior en un 10-15%, especialmente en las mujeres.
El alcohol también interfiere en el metabolismo de los folatos, vitaminas indispensables para el funcionamiento del organismo.
Los investigadores concluyen que ser abstemio previene más trastornos asociados que hacerlo moderadamente, especialmente en el caso de la cirrosis de hígado, carcinoma hepatocelular, obesidad, pancreatitis, complicaciones en el embarazo, accidentes y suicidios.
Hay investigaciones que apuntan que el consumo moderado de alcohol (una bebida al día para mujeres y en hombres) se ha asociado al menor riesgo cardiovascular y Alzheimer, aunque el efecto de la abstinencia en estas complicaciones no se ha estudiado.
3. No comer o reducir al mínimo el consumo de carne roja o carne procesada aleja la posibilidad de tumores de colon y recto.
Carnes rojas y procesadas reduce el riesgo de cáncer de colon y recto. Por cada 120 gramos de carne roja o procesada (precocinada, fiambre, salchichas, embutidos) consumida al día se incrementa el riesgo de cáncer colorrectal en un 28%.
No comer carne, además, reduce el riesgo de diabetes, hipertensión, ictus y enfermedades cardiovasculares. Pese a que la carne es la principal fuente de proteínas, hierro y zinc, se pueden conseguir ingestas similares en dietas vegetarianas.
4. Evitar las carnes y pescados a la brasa o a la parrilla, fritos o asados reduce el riesgo de colon, recto, mama, próstata, riñón y páncreas
No sólo influye el origen del alimento, sino la forma de cocinarlo. Las carnes rojas, de ave o pescados cocinados a altas temperaturas forma aminas heterocíclicas (AHC) e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), unas sustancias químicas genotóxicas y mutagénica que se han asociado al cáncer, sobre todo en colon y recto, aunque tiene un papel más débil en otras neoplasias.
5. Tomar soja durante la adolescencia reduce el riesgo de cáncer de mama en mujeres y mejora la evolución tras el diagnóstico
Un estudio en mujeres asiáticas concluyó que por cada 113 gramos de soja al día (el equivalente a una taza de leche de soja fortificada, media de tofu o de habas de soja) durante la adolescencia se redujo el riesgo de sufrir cáncer de mama en un 43%.
Seis alimentos que aumentan o reducen el riesgo de cáncer
Entre las chinas se ha visto que por cada 12,8 gramos de proteína de soja disminuye el riesgo en un 59% en comparación con las que se limitan a 4,9 gramos de ingesta. En coreanas, 122, 2 gramos al día redujeron el riesgo en un 64% en comparación con las tomaron 45,7 gramos y se encontró una disminución del riesgo del 92% en el riesgo de desarrollar estrógenos y progesterona, hormonas implicadas en los tumores de las mujeres posmenopáusicas.
Se cree que la soja y sus derivados tienen capacidad de inducir la apoptosis, que inhibe la proliferación celular y la angiogénesis (crecimiento de los vasos sanguíneos).
6. Comer más frutas y verduras aleja el riesgo de distintos tipos de cáncer la fruta y la verdura contienen fibra y citoquímicos, incluyendo antioxidantes, que han mostrado un efecto protector frente al cáncer; no obstante, la evidencia es todavía poco concluyente. Se ha descrito una relación estadística inversa entre su consumo y la presencia de cáncer en un estudio de cohorte sobre más de 25.000 personas, mientras que en un amplio metaanálisis redujeron el riesgo de cáncer de esófago en un 64%.
Seis alimentos que aumentan o reducen el riesgo de cáncer
En otro metaanálisis se vio que el consumo de crucíferas (coles, brócoli, rábanos) redujo el riesgo de padecer varios tumores, entre ellos el del colon y estómago. Otro encontró una relación entre las mujeres que consumían carotenoides y un riesgo entre un 10 y un 19% menor de cáncer de mama, mientras que los tomates apuntan beneficios en el cáncer gástrico (27% menos de riesgo).
Los investigadores concluyen que no se ha demostrado ningún inconveniente en adultos saludables cuya base dietética son las frutas y las verduras.