Autoestimulación: para conocer tus preferencias individuales.
Muchos problemas sexuales pueden resolverse si sabés más sobre vos misma. Explorate, conocete y descubrí sola cómo funcionás y qué necesitás para despertar la respuesta sexual.
Por otro lado, es imprescindible el diálogo: atrevete a conversar sobre sexo con la persona con la que hacés el amor. Es importante poder enseñar, guiar al otro y ofrecerle conocimiento sobre tu placer más íntimo.
Conocete mejor
La autoestimulación sirve para conocer tus preferencias individuales. Para eso, la primera tarea será encontrar un lugar cómodo y un tiempo para estar a solas. Te podés mirar con un espejo mientras tomás contacto con tu cuerpo.
También podés usar algún lubricante. Concentrate. El objetivo no es lograr el orgasmo sino obtener el máximo de placer.
Saca de tu cabeza los pensamientos que te distraen. Para contrarrestarlos, usá las fantasías sexuales: pueden ser imágenes, como en un sueño, o largas escenas imaginarias con argumento.
No hay un tipo de fantasías que sea “buena” o “mala”, “normal” o “anormal”. Las fantasías son diferentes en cada persona y muy variadas.
No es fácil encarar la tarea de conocerte a vos misma sexualmente y en el proceso habrá dificultades. Puede aparecer vergüenza o culpa por estar dedicando un tiempo a las “tareas sexuales”.
Vale la pena intentar nuevamente y recordar que el objetivo final, el placer en la sexualidad, es muy importante.
Animate a hablar
Comparte la información con tu compañero,no hay mejor manera de comunicarse con el otro que sabiendo quiénes somos y cuál es nuestra manera de sentir.
Aprender a gozar de a dos requiere también de un proceso de aprendizaje, quizá más complejo porque son dos las personas involucradas. Hay que armonizar las diferentes necesidades, gustos y tiempos.
Conversa sobre la sexualidad con él, invítalo a cambiar algunas formas de la relación habitual. Sé totalmente sincera, qué te gusta y qué no, cuándo te sientes mejor, qué cosas te desagradan.
Luego él hará lo mismo y tu escucharás atentamente. Trata de preguntarle todo lo que necesitas saber. Después tal vez sea preferible darse un tiempo para meditar y madurar todo lo que han aprendido en esta conversación.
Un ejercicio de 10 minutos
Están los dos sentados en un café. Se proponen un diálogo distinto. Cada uno tiene cinco minutos para hablar sin ser interrumpido. El tema es: ¿qué prefiero sexualmente? Tiran la moneda y sacan turno. La idea es que cada uno pueda hablar de sí mismo sin interrupciones, y escuchar para redescubrir al otro.
¿Cuándo conviene consultar?
Si bien algunos problemas pueden ser resueltos a través de un mejor conocimiento de vos misma y del diálogo con tu pareja, a veces es importante recurrir a un especialista para resolverlos. El profesional de elección es el sexólogo si el problema es estrictamente sexual y el terapeuta de pareja si el problema es vincular.
Muchas veces las mujeres nos sentimos mas cómodas consultando con otra mujer. Y en realidad las profesionales mujeres tienen no solo conocimiento científico sino personal sobre la problemática femenina.