Robin Gibb, cantante de los Bee Gees y reconocido por éxitos como «Stayin’ Alive» y «Night Fever», salió hoy de un coma en el que estuvo por más de una semana, como anunció Doug Wright, su portavoz.

 Gibb de 62 años, diagnosticado con cáncer de colon y de hígado en noviembre de 2011, entró en coma la semana pasada tras contraer neumonía, según reportó la AFP.

Sin embargo, el cantante quien se encuentra internado en un hospital en el oeste de Londres, mostraba signos de recuperación rápida y hoy logró comunicarse con miembros de su familia al mover la cabeza.

A pesar de su trabajo como solista, Robin Gibb, quien en los últimos años se había dedicado a la composición de música clásica, como «El Réquiem del Titanic», una obra compuesta con su hijo Robin-John Gibb y que se lanzó en la celebración del centenario del naufragio del Titanic, sigue siendo reconocido por su trabajo con los Bee Gees.

 Y es que este trío de hermanos que surgió a fines de los años 50, se convirtió en uno de los sonidos emblemáticos de la década de los 70, vendiendo unos 200 millones de discos durante una carrera que abarca más de medio siglo.

 Gibb trascendió del sonido pop al sonido clásico, grabando su más reciente obra con la Royal Philarmonic Orchestra en un concierto al que no pudo asistir a causa de su estado de salud. Sin embargo, la música siempre estará con este compositor y cantante quien respondió positivamente al escuchar a su hermano Barry cantarle canciones en el hospital.