Lindsay Lohan ya puede estar orgullosa de sí misma. La polémica actriz, que se encuentra internada en un centro de rehabilitación de Malibú, en California (Estados Unidos), cumplió ayer su día número 100 sin probar ni una sola gota de alcohol.

Pero pese a este logro, y tal como se anunció a principios de mes, LiLo deberá pasar la Navidad dentro de la clínica y no podrá viajar hasta Nueva York para estar junto a su madre Dina y el resto de la familia. Aunque, según informó TMZ, estos estarían planeando visitar durante las fiestas a la actriz de Machete.

Su padre de Lindsay, Michael Lohan, quien recuperó la relación con su hija hace poco, después de haber estado separados durante muchos años, está muy orgulloso de su recuperación. “Espero que siga así”, dijo según Europa Press.

Lindsay deberá cumplir con el tratamiento hasta el día 3 de enero, tal como lo ordenó la jueza Elden Fox.