La adicción al alcohol en los años 70 llevó a José José a pasar por obstáculos tan grandes que pusieron en riesgo su vida, así como su carrera. Su pareja de entonces, Anel Noreña, ha hablado en diversas entrevistas para mencionar que si bien nunca dejó de querer al «Príncipe de la canción», su relación fue cada vez más difícil gracias a la bebida.

Una de las preocupaciones que más solía tener su exesposa estaba relacionada con la tendencia del intérprete de «Almohada» a festejar y perder el control debido a esta sustancia.

Esto lo llevaba a consumir depomedrol para calmar la hinchazón de las cuerdas vocales, pero a su vez actuaba inflamando otras partes de su cuerpo como las piernas y la cara.

¿Por qué tuvo que llevarlo con un veterinario?
De acuerdo con la versión narrada por Anel un día el cantante tuvo un ataque que lo llevó a sufrir varios temblores tras los cuales le pidió a ella que le pasara un suero que tenía en el refrigerador. Pese a que lo tomó casi de un solo trago, no le hizo afecto.

Además de esto, pidió a su entonces esposa que tirara todo el alcohol que había en su casa. Nada hacía mejorar la salud del intérprete de «La Nave del Olvido», así que pidió que se le aplicara un suero vía intravenosa.

Era un día feriado, recuerda Anel en el libro «Volcán apagado», por lo que no podían ir a ningún especialista. Fue entonces cuando la actriz decidió preguntarle a uno de sus primos si conocía a uno confiable.

El hombre les dijo que conocía a un veterinario solamente. Anel y José se presentaron ante el especialista, quien le aplicó el tratamiento al «Príncipe de la canción».

La salud del cantante no se recobró sino hasta la tercera botella de esta sustancia. Tras esto, Rómulo Sosa se durmió. Horas después, su entonces mujer lo encontró en mejor estado.

La pareja tuvo muchos más retos que afrontar; sin embargo, este fue uno de los momentos más dolorosos para la actriz, aunque no el último de ellos a lado de uno de los mejores intérpretes de la música de habla hispana.

GDM