La ciencia afirma que el vino podría ayudar a aliviar efectos del COVID-19
Nuestro medicamento favorito.
De acuerdo a científicos de la Universidad Laval (Canadá), una enzima presente en el vino tanto blanco como tinto —además de otros ingeribles— mejoraría la respuesta de nuestro sistema inmune y respiratorio ante la amenaza del coronavirus.
Siempre hemos tenido claro que nuestro mejor amigo en épocas de crisis o tristeza es el vino. Claramente nunca será lo ideal beberlo en exceso, pero a veces nos ayuda a soportar los malos momentos y olvidarnos de lo que estamos pasando.
Y a esa mágica cualidad del vino, hay que añadirle otra que es bastante más concreta y, en estos casos, ideal. De acuerdo a un estudio de la Universidad Laval (Canadá), tanto el vino —blanco y tinto— como otros alimentos podrían ayudar a mitigar los efectos respiratorios del temido COVID-19, nuestro peor enemigo de la actualidad.
La poderosa enzima en cuestión se llama resveratrol, y está presente en el vino tinto y blanco, cacahuetes, pistachos, cacao, fresas, arándanos y uvas. El aumento de esta enzima a su vez potencia la concentración de la proteína ACE2, la que puede reducir la severidad del COVID-19. Por lo tanto, una o dos copitas de vino podrían ser buenas para la prevención.
A su vez, el poder del resveratrol también actúa directamente en el sistema inmunológico. Los problemas agudos de respiración son causados por la actividad excesiva de nuestro sistema inmune, y la enzima podría tener un efecto positivo que impacte en el desarrollo de esta complicación médica.
Cabe mencionar y recordar que aquí no estamos hablando de verdades absolutas ni instándolos a que se emborrachen con vino para protegerse del COVID-19. El estudio realizado por la Universidad Laval es preliminar y aún faltan varios testeos para confirmarlo o falsearlo.
Pero sin duda, el mito se cumple: el vino siempre será el mejor antioxidante natural. Y si además ayuda a prevenir el COVID-19, ya podríamos graduarlo como la bebida suprema del mundo.
Fuente: upsocl