El gigante de las redes sociales Facebook abre el debate de si prohibir la publicidad política.
Se abre, por fin, el melón. El tema tabú que no querían tratar. Facebook estudia ya la posibilidad de prohibir la publicidad política en sus plataformas por la presión ejercida por el boicot de anunciantes que reclaman contener los llamados discursos de odio y frenar las noticias falsas informó ABC.
«The New York Times», la decisión de Facebook se puede producir antes de las elecciones generales de noviembre. La empresa estadounidense se ha enfrentado en los últimos años a una gran presión por parte de autoridades legislativas y organizaciones de derechos civiles para que florezcan los discursos de odio y la desinformación. Las últimas acciones no han convencido y se pide un mayor esfuerzo en esta materia. De hecho, una auditoría externa ha concluido que la red social ha estado lenta en atajar esta problemática.
La decisión de prohibir la publicidad política, una medida que anunció su rival Twitter en octubre, todavía no se ha tomado de manera oficial, según medios locales. El debate interno se produce en un momento delicado después del boicot publicitario al que se han sumado más de mil marcas comerciales. Hasta ahora, la red social ha defendido sus políticas de uso y su negativa de aplicar su sistema de moderación de comentarios de dirigentes políticos ante el temor de una intervención equiparable a la censura.
La propia naturaleza de las plataformas digitales está, de nuevo, en el centro de ese debate. Intervenir y censurar publicaciones puede ser considerado un tratamiento editorial y, por tanto, anular su condición de servicio de intercambio. Pero, al final, la empresa de Mark Zuckerberg ha tenido que considerarse internamente. La plataforma tiene, por ahora, unas normas claras: no verifica los anuncios de los políticos o sus campañas como sí se produce en el resto de usuarios. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y Joe Biden, candidato presidencial, han invertido este año unos 45 millones de dólares en publicidad en Facebook.
El asunto central, desvelan las fuentes citadas, es si prohibir los anuncios políticos puede ayudar o perjudicar la libertad de expresión de los usuarios. Lo que temen es que la medida de detener este tipo de anuncios tenga un efecto pernicioso y, en lugar de mejorar el servicio, provoque un aumento de las «fake News». Recientemente, Facebook anunció que etiquetará las publicaciones de los políticos que violen su normativa.