Isabel Pantoja ha abandonado este mediodía la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) para disfrutar de un permiso ordinario de cuatro días, el primero que se le concede tras cumplir un cuarto de su condena a dos años de prisión por blanqueo de capitales.

La salida de la cantante se ha producido varios días después de que le fuera autorizada por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 2 de Sevilla, que ha seguido el criterio de la fiscalía y ha optado por un permiso de cuatro jornadas, frente a las seis que proponía el informe positivo de la Junta de Tratamiento de la cárcel.

Su hermano menor, Agustín, fue el encargado de recoger a la cantante en el centro penitenciario como también fue el elegido para conducirla hace seis meses hasta su reclusión. Vestía con una blusa roja y un pantalón blanco y se deshizo de las gafas de sol que suelen acompañarla. Antes de cruzar la verja de la cárcel se volvió hacia el edificio para saludar y lanzar besos al aire a sus compañeras de prisión. Iba muy sonriente. Pantoja se dirigió hacia su finca de la Cantora donde le aguardaba su familia, a excepción de su hija Isabel, que se encuentra participando en un reality de televisión. La tonadillera tiene que regresar a prisión el viernes sobre la misma hora en la que ha salido este lunes.

Maquillada, peinada y con una blusa roja y pantalones blancos, así ha salido la cantante de Alcalá de Guadaíra (Sevilla).
Durante estos cuatro días, la artista está obligada a dormir en su residencia familiar de Cantora, ubicada en el municipio de Medina Sidonia (Cádiz), a 110 kilómetros de Alcalá de Guadaíra. Si durante el día decidiera trasladarse a otra provincia, tendría que comunicarlo a la juez de Vigilancia Penitenciaria, que ha eximido a Pantoja de presentarse a diario en un juzgado porque entiende que no existe riesgo de que quebrante su permiso. “Esta comparecencia generaría situaciones complicadas tanto para ella como para las fuerzas del orden”, explican fuentes judiciales sobre la resolución de la magistrada, en alusión a la expectación mediática que levanta Pantoja.

La cantante ingresó en la cárcel el 21 de noviembre del año pasado para cumplir una pena de dos años de prisión por blanquear dinero de origen ilícito del exalcalde de Marbella Julián Muñoz. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga, que juzgó y sentenció los hechos, rechazó suspender la pena (a pesar de que no superaba los 24 meses y carecía de antecedentes penales) por “la gravedad” de este caso de corrupción política y con la intención de que su resolución pudiera “servir de freno” para actuaciones similares futuras. A juicio del tribunal, la concesión de la libertad condicional a la artista podría identificarse con la “cuasi impunidad material” que parecen tener banqueros, políticos y personas poderosas o de relevancia pública.

Sonriente y saludando, así se ha visto a la tonadillera desde su salida de prisión hasta la entrada en el coche que la lleva a pasar unos días a Cantora. / RAFA ALCAIDE (EFE)

La Sección Segunda sí se mostró a favor de fraccionar el pago de la multa de 1,14 millones de euros a la que fue condenada Pantoja, que antes de entrar en la cárcel ingresó 147.000 euros. Se fijaron pagos trimestrales de 210.000 euros hasta completar la cantidad total.