En 1996, Isabel Pantoja causó polémica al adoptar a una niña peruana. Según recuerda el diario El Mundo de España, las primeras gestiones de la adopción de «Chabelita» se iniciaron en octubre de 1995, cuando una popularísima Isabel Pantoja actuaba en Perú, animada por un cirujano plástico de confianza.

Para los trámites, la cantante contó con la ayuda del empresario Domingo Castro Garanchena, responsable de su presencia en nuestro país, para algunos el «intermediario» con el Gobierno de turno para agilizar la adopción.

Decidida a adoptar a una niña que la acompañara en su soledad de viuda, la cantante se interesó por el caso y vino varias veces al país, hasta que el tribunal de familia le dio el aval, aunque algunos medios locales afirmaron que el presidente Fujimori la despidió en el aeropuerto cuando se iba con la niña en brazos rumbo a España, en mayo de 1996.

Años después, el diario HOY, denunciaba posibles irregularidades en la adopción de Chabelita lo que significó una investigación judicial por la cual la cantante tuvo que declarar ante un juez español las preguntas enviadas por una fiscal de familia peruana.

En aquella oportunidad, Pantoja argumentó que adoptó en Perú porque en su país estaba prohibido que las viudas adoptaran. En todo momento negó conocer a Vladimiro Montesinos.