El poderío de la bachata se hizo sentir en el Estadio Nacional. Juan Luis Guerra y Romeo Santos se entregaron ante más de 35 mil almas que vibraron con cada tema de los intérpretes. Eran las 9:40 de la noche cuando los fieles seguidores llenaron el estadio para presenciar el histórico encuentro de dos grandes de la música latina.

Romeo fue el encargado de calentar la noche, apoyado en su peculiar timbre de voz. El ex vocalista de Aventura, que está en plena expansión de su carrera como solista, apareció sobre el escenario con el grito de sus admiradoras como coro de introducción.

Chamarra marrón, gafas oscuras y unos jeans ajustados a la medida de su cuerpo causaron el delirio de las presentes. Nada modesto, Romeo portaba un micrófono dorado y un parante con base de corona. Segundos después sustentaría tal ostentosidad con su talento sobre el escenario.

“Quiero sentir al Perú esta noche”, pronunciaba antes de entonar su primer tema. “Eres grandiosa, más que fiel. Algo grandioso, inigualable y un quince en escala de uno a diez”, le cantaba a las presentes que rozaban el éxtasis.

El saludo caluroso del cantante se hizo sentir hasta los presentes de la última de las filas, quienes respondieron al llamado del intérprete “Quiero sentirlos allá arriba, allá atrás”, en tanto las privilegiadas que se ubicaban frente al escenario vibraban con los besos volados del cantante.

Santos empleó el estrado para moverse con destreza, dominar la escena y entregarse a las mujeres que gritaban emocionadas con cada “Arriba Perú” que pronunciaba el divo. Luego le seguirían los clásicos “Por un segundo” y “Mi corazoncito”, temas con los que logró su popularidad.

Llegaba la hora de entonar el tema que compartiera con el cantante Don Omar: “Ella y yo”, para lo cual buscó a un acompañante de talento nacional. Luego de dos fallidos intentos, interpretó el tema con un seguidor que lo sorprendió por su dominio escénico.

“¿Perú, seguimos?”, preguntó, logrando la obvia respuesta. “Lo que más me gusta es que la mujer peruana viene para los conciertos preparadas para lo que sea”, dijo ante las presentes que eran decoradas con sus mejores galas. “Noche de sexo”, se convirtió en el himno de la velada, ante un Romeo que vivía en calor puro.

Santos, ya sin chamarra y envuelto por una camisa blanca, le cantaba a las ‘romeristas’ cuando fue sorprendido por su banda, la cual le celebraban 32 años de edad. Pero el regalo lo recibiría una fan que tuvo al cantante en sus brazos, causándole una emoción detonada en llanto. “Hoy es mi cumpleaños, pero yo te regalaré una canción”, expresó Romeo para luego sorprender a todos con un beso en los labios protagonizado por ambos.

Pero el momento cumbre no acabaría ahí. Cerca de la medianoche, el Estadio Nacional vivió el estallido de los presentes cuando se hacía presente el ‘Rey de la bachata’: Juan Luis Guerra.

El grande apareció en escena con lo más conocido de su repertorio y no dejó a persona sin bailar. Acompañado por la 4.40, el ganador de 18 premios Grammy, abrió su show con el movido “Como tú no hay ninguna”.

“Buenas noches, Perú. Gracias por venir. Vamos a bailar mucho”, exclamó el dominicano que parecía convertir a su público en bailarines profesionales.

El público peruano se movió al son de la “Bilirrubina” y “Ojalá que llueva café” antes de presenciar el encuentro esperado. Romeo y Juan Luis unían sus voces para interpretar “Frío frío”. La explosión de energía parecía imparable.

El apoteósico dúo era como una medicina para el público que combatía el frío y la noche a ritmo de merengue, bachata y baladas. Luego de cuatro horas de show, la palabra “cansancio” parecía no existir en el vocabulario de los presentes.

El cantautor aplicó lo mejor de su repertorio con los clásicos “La llave de mi corazón”, “Bachata rosa”, “El Niágara en bicicleta” y “Las avispas”, temas que han convertido a Juan Luis Guerra en uno de los artistas más admirado de la música latina.

El show cerró con un Juan Luis agradecido y un público extasiado con la presencia del cantante.