Post

Share this post

Día Internacional del Beso en conmemoración al primer beso más largo de la historia

I loveEste sábado, como cada 13 de abril, se celebra el Día Internacional del Beso en conmemoración al primer beso más largo de la historia que fue de 46 horas, 24 minutos y 9 segundos.

 Concursos para establecer un nuevo record de besos, una excusa para regalar besos extras a la pareja o robarle un beso a una persona especial, son solo algunos de las propuestas este sábado en el que se celebra el Día Internacional del Beso.

 En esta fecha también son varios los expertos que vuelven a recordar los beneficios de esta práctica. Uno de ellos es que, besarse, produce un aumento de la presión arterial y el ritmo cardiaco y esto activa y mejora la circulación sanguínea.

 La psicóloga y terapeuta del centro Terapia Positiva, Nuria Marco, explica en una nota que la liberación de endorfinas, conocida como la hormona de la felicidad, y el quemar hasta 13 calorías con un solo beso, son otros de los tantos beneficios de esta actividad.

 Además de esta, existe otra fecha en la que pueden repartirse besos, el 6 de julio cuando se festeja en el Reino Unido el “Día del Beso Robado”.

 El beso que inició esta celebración fue el de la pareja tailandesa Ekkachai y Laksana Tiranarat quienes participaron del concurso para batir el record mundial en la localidad costera de Pattaya al sur de Bangkok.

 La historia del cine también recuerda esta celebración repasando algunos de los mejores besos del celuloide en la festividad internacional de esta muestra de amor

 El primer beso: John Rice y May Irwin. Son 47 segundos en un único plano y es la escena final del musical The widow Jones. En ella se ve a John Rice besando castamente a la actriz May Irwin en los labios. Es el primer beso de la historia del cine.

 El beso bestseller: Crepúsculo. En la película, el primer beso entre la humana (Kristen Stewart) y el vampiro (Robert Pattinson) fue algo parecido a la resolución de una tensión sexual, con mucha carga emocional pero sin una pizca de la carnalidad que se desprende leyendo el libro.

 El beso de dibujos animados: La dama y el vagabundo. Que sepamos, los espaguetis con albóndigas nunca han sido afrodisiacos, pero ese plato de pasta es el que consigue que Golfo y Dama, de La dama y el vagabundo, se besen. Por casualidad, eso sí, tras sorber ambos el mismo espagueti.

 El beso épico: Titánic. La escena, de más de dos minutos de duración está en la cabeza de todos: Jack le pide a Rose que pierda el miedo y que suba a la proa del barco, con los brazos abiertos para experimentar la sensación de libertad. Entonces ella suelta eso de «estoy volando, Jack», y él la besa. Un beso dulce, cálido y romántico que anticipa el dramón final.

 El beso más sensual: Ghost. El que se dan Molly (Demi Moore) y Sam (Patrick Swayze) en Ghost mientras ella trata de levantar una vasija en el torno de alfarera está considerado como uno de los más sensuales de la historia.

 El beso más adúltero: De aquí a la eternidad. El beso más tórrido, húmedo y adúltero de la historia del cine es el que se dan sobre la arena de la playa y mecidos por las olas el sargento Warden (Burt Lancaster) y la esposa del capitán, Karen Holmes (Deborah Kerr) en De aquí a la eternidad.

 El beso pasado por agua: El diario de Noa. En el momento de este apasionado beso, en el embarcadero y bajo la lluvia, Allie descubre que Noa le ha escrito 365 cartas de amor, una por cada día del año, pero que su posesiva madre no le ha dejado leerlas. Un dramón de los que se ven con un pañuelito en la mano y con la luz tenue por si se te escapa una lagrimilla.

 El beso clásico: Lo que el viento se llevó. La escena cumbre, además de la final («A Dios pongo por testigo que nunca más pasaré hambre»), es cuando Rhett besa a Scarlett ante la resistencia de ésta. El sureño está cansado de sus desplantes y, tras el beso, la sube por las escaleras camino del dormitorio. A acabar lo que ha empezado.

 El beso casto: Mi chica. La película está envuelta de un halo de inocencia, sensibilidad y alegría que hace que el espectador se sienta cómodo viéndola y que, al ver cómo la pareja de niños junta sus labios, recuerde cómo fue su primer beso.

 El beso con gato: Desayuno con diamantes. El beso de Holly Golightly y Paul Varjak (Audrey Hepburn y George Peppard) en la secuencia final de Desayuno con diamantes, mientras suenan los acordes del Moon River de Henry Mancini, es otra de esas escenas grabadas en el subconsciente colectivo.

Deja un comentario

Type and hit enter