Calor, sol, viento, agua salada o cloro, el verano se siente en la piel y también en el pelo. Además de la protección contra los rayos UVA y UVB -con factor de protección solar mayor o igual a 30, lo más recomendable- y la exposición en horarios permitidos -no entre las 10 y las 16- podemos hacer mucho más para estar bien durante la temporada veraniega. ¿Cómo? Antes, durante y después de un día de playa o pileta te damos los mejores tips para cuidar tu piel y pelo.

PIEL Cuerpo

Antes de salir de vacaciones hacer una exfoliación en gabinete -con productos abrasivos suaves- o en casa con exfoliantes corporales -cremas granulosas-, para eliminar las células muertas acumuladas en la epidermis y lograr una mayor permeabilidad de la piel para ser hidratada y nutrida.

En la playa usar protectores solares no grasos, para impedir que la arena se pegue en la piel.

Luego del mar o la pileta, ducharse con agua dulce para retirar el excedente de sal o cloro, que resecan. Aplicar protector solar si volvemos a exponernos al sol o gel post solar con efecto refrescante e hidratante, para después.

Por la noche, al bañarse, utilizar un jabón con PH neutro, sin perfume, para mantener el equilibrio hidrolipídico de la piel. Si se realiza un baño de inmersión, añadir unas gotas de aceite de almendra dulce en el agua, muy nutritiva.

Humectar con cremas corporales, todos los días luego del agua para evitar resecamiento y hacer durar el bronceado. Elegir las que contienen principios activos como las vitaminas A, E, C y D, y las formuladas con ácido hialurónico, ginseng, jojoba, soja y urea. Preferir las que adicionen aloe vera o manzanilla por su gran poder calmante y descongestivo.

 

Cara

Realizar una exfoliación previa en gabinete con punta de diamante o en casa con productos abrasivos suaves o máscaras naturales de azúcar, aceite y miel.

Colocar, todas las mañanas y noches, sobre la piel limpia una crema hidratante.

Al aire libre, colocar protector solar y usar sombrero para proteger la cara, sobre todo, los primeros días de exposición.

En los labios, aplicar una barra humectante con FPS 15, como mínimo 30 minutos antes del sol.

A la vuelta de la playa o pileta, aplicar gel limpiador que permite desincrustar los poros de la epidermis y eliminar los excesos de sebo que a menudo provocan las cremas solares.

Aplicar mascarillas naturales para suavizar la piel. Aplastar la pulpa de una palta y mezclarla con una cucharadita de aceite de oliva. Aplicar este concentrado vitamínico sobre la cara, dejar actuar durante 15 minutos y retirar con leche templada.

 

PELO

 Antes de la exposición, usar productos con siliconas, aceite de jojoba o queratina formulados con protección solar, que favorecen la nutrición y retienen la humedad natural de la fibra capilar.

Tratar de recoger el pelo y cubrir la cabeza con un sombrero o foulard. Además de prevenir las insolaciones, protege el pelo de la acción de los rayos del sol.

El cloro y la sal provocan pérdida de la humedad, sus escamas se vuelven frágiles y rugosas. La sal se adhiere a la cutícula y genera deshidratación y falta de brillo. Después del mar o pileta enjuagar enseguida con agua dulce.

Aplicar alguna crema de peinar sin enjuague o aceites capilares con protección UV, que son aliados para conservar la coloración y desenredar fácilmente.

El pelo mojado es más sensible. Es mejor no exponerlo al sol para prevenir daños en la fibra capilar.

Una buena opción es el wet look, bien de tendencia, con aceite capilar o cremas de peinar, siempre con FPS, para proteger el pelo.

Olvidarse del rizador y la planchita, y usar poco el secador.

Las puntas son las que más sufren ya que, con los rayos UV y el agua salada o cloro, tienden a abrirse.

Cortarlas antes de las vacaciones, y previa a la exposición aplicar unas gotas de sérum reparador.

Durante la noche, lavarlo con champú suave, no muy astringente, y crema de enjuague hidratante.

Aplicar un baño de crema cada 10 días. Es importante no usarlos como acondicionador para no saturar al pelo de nutrición.