Si bien es cierto que hay un dicho que dice “de la moda lo que le acomoda”, también se debe pensar en el tipo de ropa adecuado para cada  ocasión.

Hoy en su sección Vida le traemos la opinión de una experta que le dará varios consejos muy útiles de cómo vestirse adecuadamente en la oficina sin perder la elegancia.

Para Gabriela Tábora, asesora de moda de Studio Rocío, la ejecutiva de hoy debe ser una mujer elegante y sencilla, pero que sepa estar a la vanguardia en lo nuevo de la moda internacional.

Ella, al igual que otros profesionales de la moda internacional, opina que la forma en que vestimos influye mucho ya que la primera impresión es la más importante porque nosotros somos representantes en la empresa donde laboramos. Cuidar esta parte, tan visible, de su imagen es una de las cuestiones que debe marcar como prioritarias, a la hora de atender su aspecto y la imagen que desea proyectar al exterior.

No es fácil enfrentarnos cada día a la decisión de elegir nuestra ropa, por ello debemos autoincentivarnos de tal manera que sea fácil elegir la ropa adecuada y cada sentimiento que sea expresado sea positivo y pueda ser contagiado a todas las personas que nos rodean en el entorno laboral.

Tome en cuenta que la ropa que vista la usará casi todo el día, por ello debe elegir prendas que sean cómodas para el trabajo que usted desempeña.

Existen una serie de reglas para vestir en la empresa. Factores como el cargo, departamento en el que se encuentre, tareas y funciones asignadas, tipo de entidad u organización, etc., condicionan el tipo de indumentaria y le permitirán ir de una forma más o menos formal. En una empresa es de mal gusto que las mujeres vistan con faldas muy cortas o trajes provocativos.

En el caso de los varones, es de mal gusto que se presenten con camisa sin abotonar o pantalones ajustados. El buen gusto y la elegancia terminan donde inicia el ridículo. La forma de vestir representa nuestra personalidad y educación, demostremos que hacemos valer ambas.

Tábora opina que para un día de trabajo las mujeres pueden utilizar falda o pantalón de vestir confeccionados en telas como casimir inglés, crepés, ciberlinas con blusas a juego de texturas suaves como sedas, chifones o algodón. Evite que estas prendas sean sin mangas o muy ajustadas.

Si su gusto es más formal, utilice un traje chaqueta, ya sea con falda, vestido o pantalón. Una elección que nunca falla es elegirlo en un solo color y los colores oscuros como los azules marinos, negros o grises proyectan más profesionalismo.

También para un look más ejecutivo puede utilizar chaquetas a juego, o los famosos trajes sastres, que siempre serán un clásico.

El vestidito negro es una prenda que toda ejecutiva debe tener para combinarlo con chaquetas de diferentes colores y texturas.

Para un look más casual las ejecutivas también pueden utilizar vestidos cortos de diferentes colores. No necesariamente oscuros.

Es importante que las personas sepan combinar las piezas de su guardarropa para crear estilos diferentes.

No hay colores definidos para esto, pero es un mito que las ejecutivas deben siempre andar de negro con blanco. Los fucsias, aquas y estampados están de moda.

El zapato bajo no es lo más apropiado; lo mejor es un zapato de salón con tacón de unos 4 a 5 centímetros, siempre y cuando la profesión lo permita. Aun así, el zapato, como el resto de los componentes, ha de combinarse de manera acertada y armonizando con el conjunto en general.

El maquillaje también influye mucho en el aspecto global. Si le gusta ir maquillada, hágalo de forma natural. Utilice fragancias frescas, deje el perfume fuerte para otras ocasiones o momentos del día.

El peinado no ha de ser muy elaborado; debe lucirlo de manera natural, siempre bien peinada. Procure variar con discreción el tipo de peinado; si la largura de sus cabellos lo permite: un día con una trenza, otro con una cola de caballo, suelto, medio recogido, etc. Conviene destacar que los complementos son importantes y sirven para eso, para complementar el atuendo.